SOY KARATEKA
SANDRA SÁNCHEZ
EN PRIMERA PERSONA
Llevo conmigo a un pequeña duende, divertida, traviesa y juguetona, llena de sueños e ilusiones. Me siento súper feliz con lo que hago y me siento apasionadamente enamorada del mundo del karate. Siempre he ansiado conseguir un objetivo en mi vida y ahora que alcancé algunas metas, quiero hacer que sigan siendo una realidad. He luchado duro durante mucho tiempo, a base de sudor y sufrimiento para llegar donde estoy.
Siento una gran satisfacción cada día cuando lo doy todo, incluso más que ganar en una competición, además no es fácil ser deportista de élite, siendo mujer y con mi edad actual. A alto nivel no hay mucho tiempo para el descanso, de forma continua se presentan nuevos hitos y objetivos que cumplir, más altos, son como inalcanzables retos en los que trabajo cuerpo y mente para poder superarlos. El desafío de mantener la marca del número 1 cada vez resulta más complicado.
Pero como se me meta en la cabeza, ¡al final no hay quien me pare!
ORÍGENES
Y COMIENZOS
Procedo de una familia humilde residente en la ciudad castellano-manchega de Talavera de la Reina (Toledo, España). En realidad me inicié desde muy pequeñita en este deporte por “envidia” pues con 4 añitos ya mostraba mi carácter, poniendo a prueba a mis padres con mis convicciones y mi tesón, lo del baile más bien como que me gustaba poco o nada.
Tal es así, que me empeñé tozuda en acompañar a mi hermano Pakito al gimnasio cuando mis padres lo apuntaron a él y a mí no, muchos pensaron que me aburriría enseguida. Qué va, no sabían que de allí surgiría un flechazo, treinta años después practicándolo se convirtieron en una forma de vida y en lo que hoy es mi profesión. El karate me ha hecho ser como soy, me ha forjado un estilo de vida propio y también como persona.
En varias ocasiones su disciplina y su fuerza interior me han orientado reconduciéndome, ambas me han ayudado a superar airosa momentos duros y difíciles de mi vida personal.
VIAJAR
ME ENCANTA
Este es el hobby que acompaña a mi vocación. Me encanta ahorrar en una hucha e ir de un lado para otro. Aprovecho las competiciones deportivas y los cursos para coger un avión y perderme hasta naciones desconocidas que de pequeña solo conocía en los mapas.
Aunque muchas veces me resigno a visitar hoteles y pabellones, aprovecho algún día libre para salir. Para mí, es un lujo tener la posibilidad de conocer gente nueva y de diferentes etnias, pues me permite analizar de cerca las costumbres de mis oponentes y contrincantes más cercanos. Estuve una temporada en Australia de superviviente busca vidas y como emigrante en Dubái, casualidades de la vida, altamente reconocida y por motivos laborales.
Los países asiáticos y en especial Japón, siempre fueron mi mayor anhelo y un referente, cuánto habré ahorrado para poder descubrir la cultura nipona, cuando llegué por primera vez quería ver el país entero, vivirlo todo, aprender de los grandes maestros como Inoue, Higaonna, Sakumoto o grandes competidores como Rika Usami y vivirlo intensamente en primera persona, protagonista de mi propia película ensoñada…
LAS APARIENCIAS
ENGAÑAN
Puede parecer por mi concentración, que soy seria, distante y fría. Nada más lejos de la realidad, me encanta oír el comentario contrario cuando los que me conocen de cerca comprueban que no paro de hablar y de reír todo el rato, incluso de mí misma.
La verdad es que me lo paso muy bien, es una suerte tener una actitud positiva peculiar que también cultivo a diario, es la que me ayuda a desconectar cuando tengo mucha presión. De hecho, en una competición internacional me pusieron el apodo de “llaverito” por mi semejanza física con el colgante souvenir de un pequeño karategi, el clamor de las gradas en las finales gritando ese nombre, me gusta y me hace mucha gracia, lo considero como un apoyo cariñoso, que me anima a seguir adelante. Mis hobbies son la lectura, la música, las manualidades como pintar camisetas, y cocinar galletas de avena y chocolate.
También practico otros deportes para fortalecer, eso sí con cuidado para no lesionarme. Sabías que me chifla Son Goku, me recuerda tanto a mi infancia y todo lo que compartía con mi hermano, siempre llevo las bolas de dragón conmigo a los campeonatos como amuleto.
MI HISTORIA
CON JESÚS DEL MORAL
Cuando terminé mi carrera y volví de mis viajes sabáticos por el mundo, dejé de entrenar y me animaron a volver y seguir compitiendo, pero yo sabía que necesitaba subir el listón de mi nivel físico y técnico, con un entrenamiento específico, era un requisito imprescindible.
La única persona que podía llevarlo a cabo era él, aquel prestigioso profesor que todos idolatraban. Una y otra vez recibía sus negativas para entrenar, utilicé todos los recursos que estaban en mi mano, ya me conocéis, erre que erre, hasta que tras múltiples intentos por fin me dio la posibilidad de acceder a su gimnasio. He de reconocer que a concienzuda y perseverante no me gana nadie.
El día que me dio la oportunidad de entrar para empezar a entrenar fue la ocasión perfecta para enseñarle que no le decepcionaría. Hemos aprendido juntos, considero que somos un equipo y mira hasta dónde hemos llegado… Gracias a que hacemos un gran tándem, incluso como pareja, podemos complementarnos a la perfección. Todo lo que aprendemos diariamente, requiere una planificación previa a futuro, lo ponemos en común y también en práctica.
LLEVO ESPAÑA
EN EL CORAZÓN
Poder portar el escudo en el pecho de mi karategi no ha sido tarea fácil, siento un gran orgullo representando a mi país y sus colores, cada vez que depositan su confianza en mí actualizan su apuesta y no puedo defraudar. Cuando salgo al tatami lo doy todo en los katas, confió en el trabajo que hay detrás, a través de mis gestos y mi mirada, trato de transmitir lo que siento. Llevar el karate nacional al más alto nivel mundial me hace sentir muuuuy grande.
Cuando terminan los enfrentamientos ya sea el primero o una medalla mundial, se gane o se pierda, es el momento de recordar los valores fundamentales, el respeto y la honestidad. Siempre que gano un campeonato me emociono como una niña pequeña, entonces me veo subida en el podio, suena el himno nacional y se iza la bandera, son momentos únicos, irrepetibles e inolvidables y muy especiales, tal es así que me pone el vello de punta. Siento una enorme satisfacción personal de todo lo que estoy consiguiendo.
MI TRABAJO
DIARIO
Mi lema es “No te canses de intentarlo y convertirás lo imposible en una realidad”. Sí, me considero una hormiguita incansable muy trabajadora.
Llegar a ser la #1 de la WKF conlleva una larga trayectoria, ser constante con un trabajo duro diario, así como multitud de renuncias y muchos otros sacrificios. Todo este esfuerzo ayuda, pero también compensa, supongo que tanto como disponer de los genes naturales aptos de un talento innato. El nivel de la alta competición requiere emplearme a fondo, dejándome la piel más de 6 horas diarias durante los entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid.
El desarrollo del trabajo físico-técnico específica con mi entrenador son la base más sólida de mis katas. Cuando salgo a competir estoy convencida de que aplico todos los conocimientos y despliego todo mi trabajo en cada kata, en especial en “Papporen”, mi “tokui kata” (kata favorito).
CAMINO
AL CAMPEONATO MUNDIAL Y LOS JJ.OO.
Es una responsabilidad enorme seguir defendiendo el pabellón nacional, revalidando nuevos títulos y consiguiendo más trofeos en mi palmarés.
Mi próximo objetivo top es estar en Tokio 2020, para ello debo seguir sumando nuevos puntos en la clasificación general de la Premier League. Durante los próximos años se abren nuevos caminos con retos y expectativas ilusionantes, gracias al reconocimiento del COI para que el karate esté presente en los próximos Juegos Olímpicos de Japón, sus medallas son consideradas el gran reconocimiento a toda una carrera deportiva profesional.
Se ha luchado mucho por parte de la Federación Internacional de Karate y tendrá una influencia enorme en el futuro. La disciplina es seguida por 10 millones de afiliados y 191 federaciones nacionales que se sienten orgullosos de representarlo para que el mundo se anime a seguir practicándolo.